viernes, 2 de abril de 2010

ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

1. El problema del hombre
La Antropología Filosófica significa el conocimiento del hombre a la luz de la Filosofía.
La Antropología Filosófica considera al hombre completo (alma y cuerpo) desde las causas radicales de la entidad propia del hombre, o sea, una sabiduría acerca del hombre (antroposofía).
2. Reseña Histórica
Grecia. Los filósofos del que estaba hecha lagriegos buscaron al principio ( naturaleza pero también estuvieron interesados en los temas teológicos y( psicológicos; estos primeros pensadores a pesar de sus carencias, comenzaron a perfilar las nociones de alma, vida y animación.
Los sofistas fueron los primeros en situar el centro de la investigación filosófica en el hombre, la "sofistica" no hizo en rigor "ciencia" en el hombre, pues desembocó en agnosticismo, relativismo y escepticismo.
Sócrates. Fundó la Ciencia y encabezó los pasos del saber filosófico sobre el hombre. El oráculo de Delfos: " Conócete a ti mismo".
Platón. El hombre es básicamente alma espiritual y pensante. Dividió el alma humana en tres partes: apetito concupiscible, apetito irascible y la inteligencia.
Aristóteles. Es el primer sistematizador de la Antropología Filosófica. Sostiene que el alma (forma) y el cuerpo (materia), constituyen el compuesto humano, el alma es única en cada hombre, tienen varias facultades y realiza diversas actividades: vegetativas, sensitivas y racionales. No cualquier alma es apta para cualquier cuerpo. Pasando el tiempo, el Helenismo y la Cultura Latina (estoicismo, epicureísmo, hedonismo, escepticismo, neoplatonismo) no lograron superar las alturas alcanzadas por Sócrates, Platón y Aristóteles en la Antropología Filosófica.
Cristianismo. Las tesis básicas de la Patrística sobre el hombre son: 1) el origen del alma por creación divina, 2) la libertad personal y 3) inmortalidad del alma.
San Agustín, con sus confesiones y la ciudad de Dios es el autor más importante. En la Escolástica hay tres grandes concepciones vinculadas con la Filosofía: Cristianismo, Islamismo y Judaísmo.
Tomás de Aquino. Es el autor más importante de la Antropología Cristiana. Sus tesis antropológicas se encuentran a lo largo de su ingente obra, destacando: "los comentarios a los libros del Alma de Aristóteles" y las dos sumas, "Suma contra gentiles y Suma Teológica", Summa Theologiae, título en latín de la principal obra escrita por santo Tomás de Aquino, también conocida por el de su traducción española, Suma teológica. El autor comenzó su redacción a partir de 1265, cuando residía en el convento de Santa Sabina de Roma, y la continuó en Viterbo y en París. Quedó inacabada debido a que santo Tomás falleció, en 1274, cuando aún no había concluido su última parte, que integraba cuestiones escatológicas llamadas a poner fin a su tratado. Éste, no obstante, constituye una las máximas muestras del pensamiento teológico cristiano de la edad media, enmarcado en el conjunto del escolasticismo.
A final de la Escolástica (XIV y XV) surge una gran crisis y preocupación por los problemas prácticos, religioso, políticos y circunstanciales; el afán de crítica y revisión alcanza su mayor manifestación con el nominalismo, protestantismo en la Religión y el Absolutismo en la Política.
Racionalismo y Empirismo. Descartes, el padre del pensamiento moderno adopta ciertos aspectos de la tradición: el alma humana existe y es una substancia, sin embargo modifica considerablemente sus significados, sobre todo por la separación de alma y cuerpo.
Descartes, identifico el yo con la conciencia, admite relación entre alma y cuerpo pero los independiza. De aquí nace una fuerte división y el predominio de la conciencia en la Filosofía moderna, el cogito ergo sum se constituye como primera verdad y evidencia de la que depende todo saber. La esencia del alma es el pensamiento. Como "pensamiento" Descartes entiende todas las operaciones de voluntad, identifica "pensar "con toda actividad psíquica. Dio origen al Racionalismo y al Empirismo. El Racionalismo se centra en el espíritu, sus principales representantes son: Malebranche, Spinoza y Leibniz. El Empirismo se centra en lo sensible, los autores más famosos son Humme y Locke. Con estas corrientes, alma y cuerpo se aíslan más.
Ilustración. La Ilustración está llena de intereses y afanes antropológicos orientados al progreso terrestre inmediato; se propuso la realización de la gran revolución (revolución Francesa) para cambiar la historia y establecer una nueva educación, cultura y sociedad; pero había obstáculos que remover: la monarquía cristiana y la estructura eclesiástica.
J.J. Rosseau, afirma que el hombre es naturalmente bueno pero la sociedad y la civilización lo corrompen; es uno de los primeros románticos que debilitan la racionalidad, por exaltación de la "libertad" humana. Según Rosseau, el hombre se fue degradando, los ricos engañaron a los pobres instituyendo las "leyes" y consagrando la servidumbre y la desigualdad.
Aunque Rousseau realizó una gran contribución al movimiento por la libertad individual y se mostró contrario al absolutismo de la Iglesia y el Estado en Europa, su concepción del Estado como personificación de la voluntad abstracta de los individuos, así como sus argumentos para el cumplimiento estricto de la conformidad política y religiosa, son considerados por algunos historiadores como una fuente de la ideología totalitaria.
Kant, imprime su fuerte huella en la Antropología. Su antropología se refiere al hombre concreto y sensible, las críticas tratan del yo y especialmente del hombre moral ubicado por encima de la sensibilidad.
La Filosofía Kantiana se resuelve en Antropología. Dice Kant: las preguntas que condensan la Filosofía pueden resumirse así: ¿Qué puedo saber?, ¿Qué debo hacer?, ¿Qué debo esperar? Y ¿Qué es el hombre?. A estas preguntas contestan respectivamente la Metafísica, la Moral, La religión y la Antropología. , Pero las tres primeras cuestiones se refieren a la última.
Kant admite la existencia del alma, porque sin el alma no podría haber ética, ni libertad, ni inmortalidad.
La filosofía kantiana, y en especial tal y como fue desarrollada por el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, estableció los cimientos sobre los que se edificó la estructura básica del pensamiento de Karl Marx. El método dialéctico, utilizado tanto por Hegel como por Marx, no fue sino el desarrollo del método de razonamiento articulado por antinomias aplicado por Kant.
Idealismo. El alma humana ocupa un lugar importante, en función de un absoluto, dinámico y evolutivo que es y abarca todas las cosas, para Hegel, razón o idea. En el sistema Hegeliano, lo "humano" comprende la filosofía del espíritu, que se desarrolla en tres grandes etapas dialécticas: espíritu objetivo, subjetivo y absoluto.
El idealismo provocó fuertes reacciones: Kierkegaard, Positivismo, Materialismo y Vitalismo. Han perdido fuerza y sin embargo constituyen cierto patrimonio común de la Antropología Contemporánea.
Época Contemporánea. Esta representada por el Vitalismo, el pragmatismo, la Fenomenología, el existencialismo, la Filosofía analítica, el estructuralismo y otras posturas que intentan repensar ciertas filosofías modernas como Neopositivismo, Neomarxismo, etc.. La Antropología Filosófica contemporánea rica en temáticas y direcciones y asimismo, es compleja, desarticulada y se encuentra en crisis.
El pensamiento cristiano contemporáneo se inicia con la restauración a fines del siglo XIX con la obra de León XIII.
3. Tipos de Psicología
Los conocimientos sobre el hombre pueden dividirse en analíticos y sintéticos. Los analíticos investigan partes que se tratan sin referencia directa al hombre completo, la medicina, la sociología, la economía, técnicas y artes. Los saberes sintéticos pretenden una visión del hombre en general, visión que sólo se logra estrictamente en la Antropología Filosófica que aspira al establecimiento de las causas y principios supremos más universales.
Tanto los saberes analíticos como los sintéticos son valiosos, pero los sintéticos poseen mayor importancia y dignidad por su extensión y necesidad. Los tipos de conocimiento sintético sobre el hombre comprenden: a) la Antropología Espontánea Común, b) La Psicología experimental, c) La Antropología Filosófica.
a) La Antropología espontánea Común.
Constituye el nivel fundamental de conocimiento sobre el hombre. No puede demostrar sus conocimientos y verdades, no sigue un método y no forma un sistema de juicios bien organizado, no establece leyes propiamente dichas.
Este tipo de Psicología se da por el ejercicio espontáneo de nuestros actos. Este nivel elemental alcanza todas las dimensiones humanas.
b) La Psicología Científica Experimental.
Superior a la Psicología espontánea común, el saber científico sobre el hombre comprende dos disciplinas diferentes, la Psicología experimental y la Antropología Filosófica.
Tenemos tres grandes saberes científicos: 1) las ciencias experimentales, 2) Ciencias Filosóficas y 3) Ciencias Teológicas.
Las Ciencias Particulares o experimentales se caracterizan por estudiar propiedades y objetos delimitados de carácter fenoménico o accidental.
Las Ciencias Filosóficas constituyen un conocimiento de la totalidad radical.
La Teología Sagrada es la ciencia más noble y elevada de cuantas puede alcanzar el hombre.
La Psicología experimental es una ciencia muy reciente que se compara con la Antropología Filosófica, su adolescente existencia le acarrea ciertas dificultades: una insuficiente sistematización; algunos la limitan a la conciencia y otros al comportamiento.
C) Antropología Filosófica.
Antropología Filosófica y Psicología experimental son distintas, no deben confundirse. Ambas estudian al hombre, pero difieren en su objeto formal, el Objeto Formal de la Antropología Filosófica es la entidad propia del hombre, el punto de vista de las causas últimas la esencia o naturaleza del hombre, de sus operaciones o hábitos.
La antropología Filosófica busca llegar a la raíz de la realidad vital del hombre, determinar la estructura substancial que manifiestan los fenómenos; o también la existencia y naturaleza de los principios que cimentan y posibilitan las actividades anímicas, y que dan razón de la unidad y el orden de las múltiples actividades vitales; fundamenta la existencia humana el de dónde vengo, qué soy, qué sentido tiene mi existencia y cuál es mi destino.
La Antropología Filosófica pertenece a la Filosofía de la Naturaleza. La cuestión medular de la Antropología Filosófica es: ¿cómo debe ser en general un ente, y en particular el hombre para que tenga actividad vital?
La Antropología Filosófica inicia su investigaciónpor lo común y esencial de los vivientes, el alma es lo más común y esencial de los seres vivientes, su conocimiento es central y necesario. Distinción no es necesariamente oposición ni antagonismo. En cuanto a la dignidad y profundidad del saber, la Antropología Filosófica es superior a la Psicología Experimental porque la naturaleza o esencia substancial de algo es más noble que sus fenómenos. En consecuencia, hay mayor necesidad de una guía filosófica para el Psicólogo experimental, que una necesidad de "guía experimental" para el filósofo. Lo que la Psicología experimental puede aportar es un mayor o mejor refinamiento de la experiencia.
4. Método de la Antropología Filosófica
En general, método es el orden a seguir para alcanzar un fin. En las Ciencias método es el camino para descubrir y alcanzar la verdad, el método depende del objeto (formal y material) o verdad de las ciencias y nunca al revés.
Son reglas generales del método: 1)partir de lo evidente, 2)analizar o dividir un problema complejo para estudiar sus partes; 3)componer o sintetizar las partes distinguidas en atención a unidad de lo real y a la unidad del conocimiento, 4)revisar los pasos anteriores para evitar omisiones o agregados impertinentes.
Toda ciencia tiene que demostrar y también ser capaz de refutar las opiniones falsas.
El método de la Antropología Filosófica comienza con la experiencia, primero de sus evidencias, después emplea el análisis y las síntesis mentales, define de modo propio, clasifica, prueba, refuta, y en particular recurre a la introspección. En sentido amplio la introspección es la mirada que el hombre orienta a su interior o a la conciencia para considerar la naturaleza y el desarrollo de los actos psíquicos. Tomás de Aquino afirmaba que la ciencia del hombre posee certeza porque la podemos experimentar en nosotros mismos.
5. Importancia de la Antropología Filosófica
El mayor absurdo y frustración consiste en "vivir por vivir", vivir "vegetando".
Por muchos títulos, la Antropología Filosófica es una ciencia excelente y sublime; posee una altísima dignidad porque el hombre es lo más perfecto que hay en el universo. En cuanto a la vida práctica, en cuanto a la vida práctica, la Antropología Filosófica resulta quizá el saber más servicial de todos cuantos desarrolla el hombre: es la ciencia directiva y orientadora de todos sus conocimientos y de todas sus actividades. La auténtica filosofía está a disposición de l vida humana, vivir filosofando y filosofar viviendo con toda intensidad.
Toda actividad humana depende del conocimiento, cuanto la actividad humana se aparta de la verdad o la ignora, sus actos y libertad se corrompen.
Si existe un fin de nuestros actos querido por sí mismo, y los demás por él, ese fin no solo será bien, sino bien soberano.
Nuestros tiempos, que ofrecen las maravillas de una civilización técnica sorprendente e inconmesurable, reclaman angustiosamente la presencia y orientación de una sabiduría de lo humano, una antroposofía, que recupere la dignidad humana y el puesto directivo del ser del hombre en el universo; la técnica es para el hombre, no el hombre para la técnica; el hombre más vale por lo que es que por lo que fabrica.
"Conócete a ti mismo".

Preguntas
1. ¿El hombre es lo más perfecto que hay en el universo?
2. ¿Adónde lleva al hombre al actuar aparentemente de modo contrario al natural, es esto posible?
3. ¿Cómo puede el hombre llegar a conocerse a sí mismo?

ACTIVIDADES DE RECUPERACION

1. Explica como se presenta la filosofía en Sócrates, platón, Aristóteles, cicerón, ¿cuáles presentan rasgos comunes y porque?
2. Explica diferencia entre el concepto de filosofía de platón y Aristóteles y el de los epicúreos.
3. Explica elementos y la esencia de la filosofía.
4. explica semejanza y diferencia entre filosofía y:
-cultura - religión - ciencia
5. analiza como se conformo la historia de la teoría del conocimiento teniendo en cuenta los aportes precisos de algunos filósofos.
6. elabora un cuadro esquemático relacionado con la división de la filosofía.
7. destaca cual es el interrogante que se hace cada uno de los siguientes problemas del conocimiento y explica como responden las diferentes doctrinas :
posibilidad del conocimiento: dogmatismo, escepticismo, subjetivismo, relativismo , pragmatismo , criticismo.

EL SER PARA PARMENIDES

El Ser en Parménides, Platón y Aristóteles
EL PROBLEMA DEL SER EN PARMENIDES, PLATON Y ARISTOTELES
Hemos visto que la noción y realidad del “ser o ente” encierra una serie de peculiaridades y aún aparentes contradicciones. Esta y no otra es la razón por la cual los comienzos de la Metafísica u Ontología en la historia dieron lugar al nacimiento de corrientes o posiciones metafísicas opuestas, las que en una u otra forma se han seguido repitiendo con el tiempo. Abordaremos por separado las tres primeras posiciones metafísicas sugeridas en la historia. Todas ellas fueron formuladas por filósofos de la antigüedad: Parménides, Platón y Aristóteles.
1.- EL PROBLEMA DEL SER EN PARMENIDES
Parménides, quien vivió aproximadamente entre los años 530 y 444 a.c., pertenece y es el principal representante de la llamada “Escuela Eleática”, denominada así por la ciudad de Elea (sur de Italia actual), en aquella época dominio griego. Heredó alguna orientación de la filosofía de Pitágoras. Un merito innegable de Parménides consiste en haber sido el primero de los filósofos que propuso un sistema racional y coherente de filosofía (esto, independientemente de que aceptemos o rechacemos los puntos de su doctrina). Su segundo merito, vinculado al anterior, es el de haber sido el primero que se empleó en un análisis a fondo del concepto del “ser”, originando con ello los primeros pasos de una verdadera Metafísica u Ontología.
Parménides advierte en su análisis que dos conceptos se presentan a la mente del filosofo como irreconciliables, dos conceptos en los cuales se resuelven todos los otros: el concepto de “ser” y el concepto de “no ser” (o “nada”). Pone, entonces como punto de partida evidentísimo su axioma, reiterado muchas veces: “el ser es; el no-ser no es”. La única realidad, por consiguiente, es el ser.
Echando mano de un proceso pura y exclusivamente racional (despreciando, por consiguiente, todas las impresiones habidas por la experiencia), Parménides continua sacando nuevas consecuencias para el ser o realidad:
a) el ser existe “desde siempre” (es eterno). Hagamos un esfuerzo y conozcamos la
razón de esta afirmación en las propias palabras del filosofo: “nunca ha sido ni será (el ser), pues es ahora todo en conjunto, uno y continuo. En efecto, ¿qué origen buscarías para el? ¿Cómo y de donde habría crecido? No te dejaré decir ni pensar que provenga del no-ser, pues no es posible decir ni pensar que (el ser) no sea. Y si viniese del no-ser, ¿qué necesidad lo habría forzado a nacer antes o después? Así, pues, es menester que sea del todo o que no sea en absoluto. Ni tampoco la fuerza de la verdad permitiría a cualquier cosa que fuese a nacer del no-ser o junto a el…”
b) El ser se mantendrá siempre inmutable. Oigamos de nuevo a Parménides:
“¿cómo, pues, podría ser en el futuro lo que es? ¿O cómo podría nacer? Si hubo nacido, no es; ni (es) si fuese para ser en el futuro. De esta manera queda cancelado el nacimiento, y no se puede hablar de destrucción. El destino lo ha encadenado a ser todo enteramente e inmóvil; para el no son sino solamente nombres, todas las cosas que los mortales han establecido creyéndolas verdaderas, el nacer y el morir; el ser y el no-ser; el cambiar de lugar y el mudar del color brillante.
c) El ser es uno, indivisible, homogéneo. “No hay ni habrá nunca ninguna cosa fuera del ser, pues el destino lo ha encadenado a ser todo enteramente e inmóvil. Ni es divisible, porque es todo igual ni puede llegar a ser más en ese lugar (lo que le impediría formar un todo continuo) ni tampoco menos: sino que está todo pleno de ser. Y todo en el es continuo; porque el ser está en contacto con el ser.
En resumen para Parménides, diremos que: “el universo…es el ser único, eterno e inmóvil, que es a la vez el Uno y el Todo, en el cual no hay generación, ni destrucción, ni movimiento, ni multiplicidad”.
Según Parménides, el “ser”, único, lo es todo. Sólo esta realidad existe. Ella es inmutable, eterna, indivisible, homogénea, perfecta.
UNA IMPLICACION DE LA TEORIA DE PARMENIDES
La imagen de la realidad que nos ofrece Parménides implica la negación de toda pluralidad en los seres (nótese que el filósofo habla de “el ser” y no de “los” seres). Aparece así su doctrina como el primer “monismo” ontológico (“monismo” es toda doctrina para la cual solo existe una realidad única). Por este camino le seguirán algunos filósofos, incluso en la época moderna. Por otra parte, auque esto en Parménides no es cosa plenamente definida (si en los monistas posteriores), su doctrina implica una primera forma de panteísmo, por cuanto atribuye al “ser”, del que todos formamos parte, propiedades que la Filosofía posterior atribuyo con exclusividad a Dios. “panteísmo” es la doctrina que identifica a Dios con la Realidad. Todo (pan) es Dios (Zeus).
Por las propiedades que Parménides señala en el ser y por el carácter pleno y único
que le otorga, su doctrina aparece como un primer “monismo panteísta”.
JUSTIFICACION METODOLOGICA
A la mayoría de nosotros la doctrina de Parménides nos resulta altamente rara e inverosímil. No obstante, para juzgar una doctrina, han de conocerse las circunstancias en que ha sido elaborada.
En primer lugar, no debemos olvidar la época en que ella fue propuesta, época de los primeros intentos en el filosofar propiamente tal sin una experiencia anterior de la Filosofía que pudiera ayudar al filósofo. Con todo, la doctrina de Parménides sigue considerada hasta hoy como una “profunda doctrina”.
En segundo lugar, y esto es lo principal, la doctrina de Parménides es una consecuencia neta de su método puramente racional. Parménides aparece, en efecto, como el primer filósofo racionalista. Al negar la pluralidad o multiplicidad y el cambio del ser, al negar su aparición y su destrucción, se nos muestra como el filósofo que para nada tiene en cuenta los datos de su experiencia, que le muestran exactamente lo contrario de lo que afirma. Su pensamiento es exactamente lo contrario del pensamiento o empirista. Desprecia los datos proporcionados por los sentidos, que para él son engañosos y sólo engendran la “opinión”, no la certeza. A cambio de todo ello, sólo cree verdadero aquello que su evidencia racional le muestra como tal. Su principal mérito está, entonces en dos cosas: haber sido muy profundo y racionalmente muy consecuente.
La doctrina de Parménides es una consecuencia neta su racionalismo anti-empírico.
2.- EL PROBELMA DEL SER EN PLATON
Discípulo de Sócrates, es Platón (429-348 a. C.) uno de los más grandes filósofos. En la institución que él fundó llamada Academia, se formaron sus primeros discípulos. Los ha seguido teniendo en todos los siglos, hasta hoy. Dejó escritas sus ideas filosóficas en sus famosos “Diálogos”. Los hay sobre la variedad más admirable de temas. Sus múltiples viajes por el Mediterráneo le permitieron tomar contacto directo con las doctrinas filosóficas existentes. Reflejos de muchas de ellas se advierten en el pensamiento platónico, sin dejar de ser éste, en todo caso, una originalísima síntesis y el primer sistema filosófico propiamente tal. Llamaremos “sistema filosófico” a toda teoría que haya podido abordar en un solo todo (es decir, alrededor de una tesis central) los principales problemas filosóficos que han podido preocupar al hombre. Exactamente eso es la doctrina de Platón. Pero vayamos ya a nuestro tema. ¿Cómo concibe Platón al ser? ¿Qué imagen de la realidad nos presenta en su filosofía? La respuesta a estas preguntas está dada precisamente en la teoría central del sistema platónico, en su Teoría de las Ideas, que él expone en varios de sus diálogos. Conozcamos en síntesis esa imagen de la realidad presentada por la teoría platónica.
LA TEORIA PLATONICA DE LAS IDEAS
(Para la explicación que sigue puede aprovecharse el gráfico adjunto, al que no debe dársele sino un carácter de representación).
a) Existen según Platón, dos mundos: el de las Ideas y el mundo de las cosas. En uno y otro mundo ha vivido el hombre. Efectivamente, según Platón, todos los hombres han vivido, antes de nacer, en el mundo de las ideas. Allí las conocieron todas. Pero ¿qué son estas “ideas”?. Por lo que acabamos de decir, se comprende que el tipo de “ideas” de que nos habla Platón no es lo que nosotros entendemos ahora por idea (en virtud de la teoría aristotélica y de la Psicología moderna). La “idea” platónica es una idea subsistente. ¿Qué afirmamos con esta palabra? Las ideas de que nos habla Platón no existen porque alguien las piensa, no, existen en sí mismas. Por ejemplo (si se atiende al gráfico) la “Idea” de “árbol”, que no se refiere a ningún árbol en especial. No es la idea de manzano, pino o álamo; es la Idea de “el árbol” en sí de la cual todos los árboles han tomado su propia esencia.
TEORIA DE LAS IDEAS DE PLATON
Disculpen me falta graficar el ejemplo con un dibujo
b) El mundo de las cosas (materiales) sólo es una “participación” del mundo de las Ideas. En efecto, cada cosa, según nuestro filósofo, la tiene ya existe porque la está participando de las correspondientes ideas. (En nuestro gráfico: si manzano, pino y álamo son “árboles” y existen, lo son y existen porque participan de la idea de árbol.
Oigamos al propio Platón refiriéndose al tema correspondiente a los dos puntos enunciados: “Ella (la idea) es por sí, para sí, consigo, siempre inmutable; y las otras cosas… participan de ella en tal forma, que, ahí donde ellas nacen y perecen, ella ni crece, ni disminuye, ni sufre ningún otro cambio”. (Banquete, XXIX). “Pero vuelve nuevamente a aquella s ideas hoy famosas, y comienzo con ellas, suponiendo que hay un bello de por sí, y uno grande, y continuando así… Me parece a mí que, si hay alguna otra cosa bella además de la belleza misma, no es bella por ninguna otra razón, sino porque de la belleza, y así digo de cada otra cosa. ¿Conscientes tú en esta razón?... Ninguna otra causa la hace ser bella, salvo la presencia o la comunión con aquella belleza, de cualquier manera esto sucede, pues no lo sé con certeza…” (Fedón, XLIX).
c) En consecuencia, el mundo más autentico y real es el mundo de las Ideas. El mundo de las cosas, en cambio, sólo tiene la débil realidad de su participación en las Ideas, es un mundo engañoso, más bien aparente, cambiante. En el libro VII de “La República” (al comenzar) Platón nos propone su famosa “alegoría de la caverna” con la que precisamente intenta explicarnos, mediante una comparación, la realidad e irrealidad de uno y otro de estos dos mundos, respectivamente. Nos pinta allí la situación del “hombre terreno” en la humilde y precaria condición de quien debe contentarse sólo con este mundo aparente y desteñido de la materia, al que llegamos por el conocimiento sensorial. En contraste con ello, nos hace entender también en la misma alegoría cuán diferente y cuánto más real es el mundo de las ideas. A él se llega por la inteligencia por medio del razonamiento, como lo que es eternamente de una manera; lo otro (las cosas), al contrario, es opinable con la opinión, por medio del sentido racional, en cuanto se engendran y perece y nunca es verdaderamente” (Timeo, V).
Tales son las principales afirmaciones de la teoría platónica, por lo que respecta a su concepción del ser y la realidad. Muchas otras afirmaciones curiosas e importantes están comprendidas en su “Teoría de las Ideas”, pero no se refieren directamente al tema que nos ocupa (su concepción del hombre, la teoría gnoseológica de la reminiscencia, su dialéctica, etc.).
Según Platón, el ser verdaderamente real es el de las Ideas subsistentes. Ellas existen en su propio mundo. Las “cosas” materiales, que conocemos mediante los sentidos, sólo son una débil y disminuida participación del ser pleno de las Ideas.
EL SER EN PARMENIDES Y PLATON
No obstante las diferencias (que ya se habrán advertido) las teorías de Platón y Parménides representan, desde algún punto de vista, una reacción filosófica similar ante “el problema del ser”. Uno y otro en efecto, ven al ser fuera del mundo sensible y material, al que consideran irreal y engañoso. Ambos creen, en cambio, en la realidad plena del mundo llamado “inteligible” (del ser para Parménides, de las ideas para Platón). Al reconocer ambos la universidad de estos conceptos inteligibles les otorgan realidad propia, les hacen subsistentes.
La misma reacción señalada origina, sin embargo, en uno y otro filósofo resultados diversos. Parménides concluye que sólo existe una realidad (concepción monista del ser). Platón, por el contrario, concluyen la existencia de muchas realidades, que son las diferentes ideas, aunque admita un orden y jerarquía entre ellas (concepción pluralista del ser).
Así surgidas de un mismo primer ímpetu racionalista, tenemos entonces las dos primeras concepciones del ser: monismo espiritual y pluralismo espiritual.
Sobre la base de un común racionalismo, que resta realidad al ser concreto-material, Parménides y Platón nos presentan dos concepciones espirituales diferentes del ser: monisma y pluralista, respectivamente.
3.- EL PROBLEMA DEL SER EN ARISTOTELES
Aristóteles (384-322 a.C.) discípulo de Platón, merece también el calificativo de uno de los más grandes filósofos de la historia. Tal vez deberíamos llamarle el más grande, si tuviéramos en cuenta, el vastísimo campo abarcado por ella (con un número increíble de obras escritas) y su grande y equilibrada coincidencia con el sentido común. Al independizarse de su maestro Platón, funda en Atenas su propia institución docente, el Liceo. Allí formó sus discípulos en la filosofía y en la ciencia empírica de la investigación (ciencias naturales. Antes de ello había sido en la corte de Macedonia el maestro privado del emperador Alejandro Magno.
La filosofía de Aristóteles constituye también un sistema perfecto y mucho más realista que el de Platón. Resulta, en cambio, difícil indicar cuál de sus muchas, importantes y perdurables teorías es el punto central de su sistema filosófico. Debemos agregar que en casi todos los puntos de su filosofía, Aristóteles se ha puesto al pensamiento de su maestro Platón, lo que no niega su admiración por él. Se le atribuye esta frase: “Amigo soy de Platón, pero más lo soy de la verdad”. Muchos siglos más tarde, en plena Edad Media (s.XIII), otro gran filósofo Santo Tomás de Aquino, hace suyas las teorías de Aristóteles, las perfecciona notablemente y las da a conocer definitivamente al mundo.
LA TEORIA ARISTOTELICA DEL SER
Si examinamos las dos teorías anteriormente expuestas (Parménides y Platón), advertiremos que en ambas el profundo análisis racional ha llevado a una conclusión clara: el hombre capta ideas muy universales o ilimitadas, en tanto que las cosas materiales, que la experiencia conoce, son singulares y muy limitadas. Parménides y Platón llegaron a la conclusión que debían elegir entre uno de estos dos mundos: o el mundo ilimitado de las grandes ideas (única idea, en el caso de Parménides) o el mundo material y concreto de lo singular. Ambos se decidieron por el primero de estos dos mundos, para no renunciar a lo que su inteligencia veía con claridad, y desecharon como engañoso e irreal al mundo material.
¿Cuál es la actitud de Aristóteles frente al mismo problema? Igual que ellos, reconoce el carácter universal de las ideas y su contraste con la limitación de las cosas concretas. Pero ya dijimos que Aristóteles era profundamente realista. Por eso mismo, Aristóteles no querrá negar ni quitar un ápice de realidad a estas cosas concretas que su experiencia le muestra como innegablemente verdaderas. ¿Cómo conciliar lo uno con lo otro? ¿Cómo explicarse al mismo tiempo el carácter universal e inmutable de las ideas o esencias y la realidad cambiante y limitada de las cosas concretas? La primera respuesta (todavía no metafísica pero si gnoseológica) ya la conocemos: es la teoría aristotélica de la abstracción. En virtud de ella, Aristóteles explica que las ideas efectivamente son universales, pero existen como tales sólo en la mente del hombre es decir como “esencias concebidas”. Para Aristóteles no hay un mundo de Ideas subsistentes, conforme lo imaginara Platón. ¿Y que relación tienen estas “ideas” universales con las cosas concretas y limitadas? Aristóteles responde con mucho realismo que es el hombre quien forma las ideas en su intelecto y lo hace a partir del conocimiento sensorial de las cosa. De ellas, o mejor, de sus imágenes, obtiene por abstracción las ideas universales e inmutables. Pero entonces, ¿Las ideas que el hombre concibe son un invento suyo que no corresponde a nada real? Tampoco; las esencias que el hombre concibe en sus ideas son una realidad en las cosas, pero no como universal (así existen solo en la mente) sino como esencias concretas. De esta manera mediante su teoría célebre de la abstracción, Aristóteles unió los dos mundos que habían separado Parménides y Platón y defendió el valor de ambos, principalmente de ese despreciado mundo de las cosas materiales, disminuyendo la exagerada realidad que aquellos filósofos otorgaron al mundo inteligible de las ideas.
En una primera reacción gnoseológica, Aristóteles vuelve a unir los dos mundos (mundo inteligible y mundo material) que Parménides y Platón habían separado. Lo hace mediante su “teoría de la abstracción”. Rehabilita la importancia del mundo material y rechaza el realismo exagerado que se había otorgado al mundo inteligible por sus dos antecesores.
Por lo que toca a la realidad y noción misma del “ser” lo principal de la respuesta aristotélica va dirigido en contra de la teoría de Parménides.
Si bien se recuerda Parménides captó muy claramente la unidad de la noción de “ser” y su carácter de “lilimitada” e “inmutable”. En efecto, ¿Qué podría limitar al ser y, en consecuencia, multiplicarle como no fuera la nada, que por ser tal es inoperante? No lo encontró Parménides en ninguna de sus reflexiones. Por otra parte, ¿Cómo podría hacer algún “cambio” o “transformación” (movimiento o mutación) en las cosas, si todo cambio supondría que “algo comienza a ser y antes no era”, lo que Parménides demostró imposible (inmutabilidad del ser, véase)? Aristóteles dará la respuesta con otra de sus teorías, la teoría de la Ponencia y el Acto.
Según Aristóteles, Parménides llego a negar el cambio y la pluralidad de los seres porque no vio frente al ser otra cosa que el no-ser. Aristóteles la ve y la llama potencia. Cuando un nuevo ser aparece o cambia, según Aristóteles, no surge por cierto del no-ser absoluto (la nada), eso es evidente; pero sí surge de la potencia o capacidad (en griego “dínamis”) de otro ser. El movimiento o cambio, en consecuencia, no es otra cosa que el paso de la potencia a la existencia. Dos estados del ser distingue, por lo tanto, Aristóteles: el ser “en acto” (o ser exigente) y el ser “en potencia” (o capaz de existir). Siempre que no se nos entienda mal, afirmaremos como conclusión que entre la nada y el ser Aristóteles ve otra cosa, “la potencia” o el poder-ser.
Tenemos un ejemplo científico y que nos afecta bastante: Cada uno de nosotros posee un sin número de características, rasgos y modales que ha heredado de sus padres, abuelos o bisabuelos, etc. ¿Cómo se nos han transmitido esos rasgos? A través de unos corpúsculos inmensamente pequeños, que son los cromosomas. ¿Se podría decir que aun mucho antes de nacer ya estaban determinados, en esa primera célula que éramos, los rasgos y modales que mostraríamos más tarde? No se puede negar; así es. Aún no teníamos ojos y, sin embargo, ya esta determinado (en el feto) el color de nuestros ojos. Aún no teníamos nariz; pero ya estaba determinada la forma de ella. Pero, ¿de que manera estaba todo esto, si aun no existía en la realidad? La única teoría que ha podido responder tal pregunta es la teoría aristotélica: nuestros rasgos, modales y características hereditarios existieron ya “en potencia” en los cromosomas. Después, con nuestro desarrollo, se transformaron en “acto”. Así presentada, la “potencia” aristotélica no es ni un ser pleno (por que todavía no es) ni tampoco será nada (puesto que es una capacidad “real”). A esta forma potencial de existir el vocabulario moderno la llamó “existencia virtual”. Si la analizamos bien, la potencia es una paradojal forma de ser y no-ser al mismo tiempo (aunque desde diferente ángulo en cada caso). Parménides y Platón no vieron esta verdad.
Con la “Teoría de Potencia y Acto” Aristóteles resuelve de modo integral dos problemas insatisfactoriamente resueltos por sus dos antecesores. En virtud de ella, fue posible sostener el “ser” y el “cambio”, si negar ni uno ni otro. Mediante la “potencia” es también posible explicar la “aparición” de nuevos seres, sin tener que declararlos eternos. Con esa misma “potencia” se explica por qué hay muchos seres, no uno solo (pluralismo realista) y por qué cada ser concreto es limitado. En efecto, es de nuevo la potencia la que limita.
Con Aristóteles hemos llegado a una Ontología integral y satisfactoria.